El
informe secreto sobre el estado de salud del general
Los
facultativos que examinaron al ex dictador chileno
aseguran que éste no está en condiciones psicológicas
para soportar un juicio
CONCLUSIONES
General
El senador Pinochet
tiene un historial médico muy complejo, pero las
principales dolencias activas actualmente son la
neuropatía periférica diabética y, recientemente,
un daño cerebrovascular progresivo. La neuropatía
diabética contribuye a las dificultades para
caminar y a la tendencia observada a la hipotensión.
La diabetes también lo habrá predispuesto a las
dolencias arteriales, unida al historial de consumo
de tabaco en el pasado.
Las dolencias
cerebrovasculares se han manifestado en parte en
forma de ataques menores y ataques de asma
transitorios, pero también provoca un deterioro
progresivo sin sóntomas aguos. Existen pruebas críticas
de que los daños se extienden por el cerebro. Esto
incluye un daño de la zona piramidal que provoca
espasmos en los ganglios basales, que produce
características de la enfermedad de Párkinson. La
presencia de reflejos «primitivos» indica daños
en los lóbulos frontales, y la pérdida de memoria
es atribuible al daño bilateral de la estructura de
los lóbulos temporales. Las dificultades de
comprensión son un efecto secundario de la pérdida
de memoria. Aunque gran parte de las dolencias se
puede atribuir a las zonas del cerebro que reciben
riego de la arteria basilar (que presenta indicios
de calcificación en los exámenes de CT), los daños
del lóbulo frontal son síntomas de una enfermedad
arterial más generalizada.
Adecuación para el juicio
FISICAMENTE: Actualmente, el senador
Pinochet sería capaz de asistir al juicio, pero
dado que los efectos de las dolencias
cerebrovasculares han aumentado a pesar del
tratamiento idóneo (con un buen control de la
diabetes y la tensión arterial y con agentes
anticoagulantes , es probable que continúe el
deterioro de sus facultades físicas y mentales.
MENTALMENTE: En nuestra opinion, el senador
Pinochet no está en disposición actualmente de
participar en un juicio. Basamos esta opinión en:
1) Los fallos de memoria para acontecimientos
remotos y recientes.
2) La capacidad limitada para comprender frases y
preguntas complejas, a causa de los problemas de
memoria, y por tanto, la incapacidad para procesar
adecuadamente la información verbal.
3) La merma de su capacidad para expresarse
de forma audible, comprensible y coherente.
4) La tendencia a la fatiga.
A causa de estos impedimentos sería incapaz de
seguir el proceso de un juicio con la fluidez
necesaria para dar instrucciones a sus abogados.
Tendría dificultades a la hora de entender el
contenido y el significado de las preguntas que se
le planteran, y no comprendería bien esta
dificultad.
No conserva vívido el recuerdo de los sucesos
transcurridos en el pasado remoto. Tendría
dificultades a la hora de hacerse oír y entender al
responder a preguntas.
Estamos convencidos de que los impedimentos que
hemos identificados se deben a los daños
cerebrales, ya que coinciden con los síntomas de la
dolencia y son homogéneos en su manifestación. Los
exámenes neuropsicológicos formales no indican que
ninguno de estos síntomas se deba a la exageración
deliberada de las dolencias. En concreto, las
pruebas neuropsicológicas indicativas de los
niveles cultural y educativo originales muestran un
resultado excelente. En la actualidad, el senador
Pinochet no presenta indicios de depresión clínica.
Pronóstico
El estrés ocasionado por la situación, como el que
probablemente ocasionaría el juicio, provoca
reacciones fisiológicas que podrían acelerar el
progreso de la dolencia vascular. Sin embargo, nos
han informado de que el senador Pinochet mostró en
el pasado una capacidad personal notable para
superar el estrés, por lo que no nos consideramos
capacitados para emitir una opinión concluyente
sobre los efectos que el juicio en curso tendría
sobre su salud.
Los principales episodios de la dolencia parecen
haber ocurrido a lo largo de una serie de
situaciones tromboembólicas durante septiembre y
octubre de 1999. La mayoría de las personas podría
haber tenido tiempo suficiente para una recuperación
espontánea de estos episodios. Aunque algunas
fluctuaciones esporádicas de las capacidades
funcionales son características de los daños
ocasionados en el cerebro por una dolencia
cerebrovascular, consideramos improbable que se dé
una mejora funcional considerable continuada.
Firmado el 6 de enero
de 2000 por:
J. Grimley Evans
M.J. Denham
A.J. Lees
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