La desobediencia civil no necesariamente debe ser contemplada en el ámbito interno del Estado, como con anterioridad se ha hecho. Puede manifestarse, también, en el ámbito de las relaciones internacionales. Un ejemplo especialmente relevante lo podemos encontrar en los actos de desobediencia civil de Gandhi y sus seguidores. Estos pretendían -entre otras cosas- la independencia de la India frente al poderío del Imperio Británico.